El juego de mi vida

    Una vez, no recuerdo bien cuando, mis amigas me dijeron: "Que ningún ayer te queme la cabeza", que me tiene que importar el presente, no el pasado y que los errores ya están pisados. Y lo entendí. No hay que arruinar lo bueno del ahora, "la pelota no se mancha", y el presente tampoco con lo que ya pasó. Hay que ir siempre para adelante, quedarnos con las cosas lindas sin mirar atrás. A veces es difícil seguir sin un motivo, por eso hay que buscar nuestro estímulo en algo o en alguien. Y vivo tranquila, "porque todo vuelve", y si alguien me lastima no junto rencor, en cambio, trato de hacer el bien, porque voy a ser recompensada, o eso espero…

   "El que quiere, todo lo puede", dicen. Muchas veces no me sale o no lo entiendo. Quiero algo pero no puedo lograrlo, entonces me acuerdo que "la paciencia es amarga pero su ganancia es dulce."  En esa espera, me tropecé varias veces y me sentí torpe, pero no caí, y eso es lo más reconfortante.

    "Vivir la vida y aceptar el reto", es una frase que escucho a menudo, y por suerte, también la entiendo, hago lo que me gusta y me arriesgo, es mejor que quedarme con las ganas, porque las coincidencias no existen, tenemos que aprovechar todas las oportunidades de la vida, la cual es un juego, que no siempre ganamos. Creo que para ganar tenemos que jugar con las personas correctas. Y si el juego se complica, mejor, porque "la complejidad es la clave de la felicidad".

      Escucho a personas decir: “Quiero que me agarre la vejez al lado tuyo caminando”,  y yo todavía no encontré a alguien que me haga sentir eso pero "siempre es bueno ponerse en los zapatos de los demás", así que creo que los entiendo.

       Mis amigas son importantes para mí.  

     Para terminar mi relato confieso que  rescato una frase que siempre me dice mi abuela: “Que tus sueños sean más grandes que tus miedos”.

FIN