
"No hay futuro sin un pasado alguno", y la verdad es que esta es la frase más sabia. Si hay algo que todos sabemos es que todo, absolutamente todo en esta vida sucede por un motivo. Todo tiene una causa y por ende, una consecuencia. Es por esto que nosotros podemos evolucionar -o retroceder- como personas, y de esta forma vamos transitando la vida. Es algo normal, aunque totalmente en vano avergonzarnos de quienes fuimos en algún momento, dado que los seres en los que nos hemos convertido no existirían sin haber pasado por todas las pruebas de fuego que la vida nos ha puesto en el camino.
Cada persona es única, vinimos al mundo por un motivo diferente y caminamos por senderos distintos. Ninguno pasó por lo que el otro, ni salió de cierta situación de la misma forma que el otro. Somos muy diferentes, pero si hay algo en lo que todos coincidimos es que hoy estamos acá, vivos. Podemos mirar hacia atrás y ver todo lo que recorrimos, sentirnos orgullosos –o no- de lo que hemos logrado, de donde nos encontramos ahora en relación a donde estábamos hace unos años y de todo lo que cambiamos. Definitivamente no somos aquellos fue fuimos.
Miramos a nuestro alrededor, y nos damos cuenta que tenemos a mucha gente valiosa con nosotros, aunque hallamos dejado atrás a toda esa gente tóxica que interrumpía nuestro caminar. A veces somos nosotros mismos quienes actuamos raro y nos agregamos más obstáculos de los que nos corresponden.
Todos somos de cierta forma por algún motivo. Por esto mismo "las personas más frías demuestran sus sentimientos cuando son verdaderos". Ellos no siempre fueron así, sino que la vida fue los obligó a cambiar, porque todo lo que ocurre con el paso del tiempo nos afecta en cierta forma. El dolor, más que nada, es el que nos transforma. Es que, son tantas las decepciones que uno vive a diario, es tanto el sufrimiento, que a la larga uno se va dando cuenta que no todos son merecedores de conocer la mejor parte de uno, porque no todos van a tolerar nuestra peor versión, por lo que optamos por guardar esos sentimientos para cuando realmente sean necesarios. Aunque viéndolo de otra manera... ¿A quién realmente le importa? ¿Qué te asegura que la otra persona siempre va a estar? ¿Por qué alguien tendría que aguantar lo peor de uno, si ya soportan demasiado peso cargando con su propia cruz? La realidad es que al único que vamos a tener siempre de nuestro lado, será a ése que nos puede hundir o al que nos ayudará a superar todo lo que venga. Al último que “veremos” cuando nos vayamos a dormir, y a aquél que nos acompañará en cada noche de insomnio. Sí, hablo de nosotros mismos.
Nacemos y morimos solos, y esa es la única verdad. Uno mismo siempre va a ser el único al que verdaderamente le van a importan sus problemas, el único que sabe cómo se siente. Engañar a los demás es muy fácil, es increíble todo lo que se puede ocultar detrás de una simple sonrisa.
Puede que te intenten convencer de que sos una gran persona, pero si vos mismo te convencés de que "no sos inservible sino que servís de mal ejemplo"para algunas personas, vas a poder considerar a medias lo que digan los demás.
Nadie debería pretender que de una persona fría salga una frase como: “Tu sonrisa tan resplandeciente a mi corazón dejó encantado”. Sin embargo, cada mínimo gesto que una persona así tenga con vos va a tener más valor que viniendo de cualquier otra persona. La frialdad es un mecanismo de defensa que adquiere uno, generalmente después de ser lastimado fuertemente de alguna forma.
Muchos saben lo que se siente cuando la vida misma te hace llegar a un punto en el que decís “hasta acá llegué”, y créanme que todos en algún momento llegamos a ese punto de colapso. Cualquiera nos puede decir que "la vida es una sola y que hay que disfrutarla", pero... ¿A quién podemos creerle cuando realmente llegaste a creer que casi nada te importa? ¿Cómo puede uno manejar ese vacío que se produce adentro? ¿Por qué teniendo todas las armas para ser feliz, uno no puede serlo y ya?
Uno siempre se va a tener a uno mismo, no obstante, no sabemos qué hacer cuando ni siquiera tolerás tu propia existencia. A la larga, simplemente comenzás a ignorar todo en sentido literal, y vivir a la deriva, deseando que todo llegue a su fin, porque siquiera toda la voluntad habida y por haber alcanzan para devolverte aquello que por alguna razón, perdiste. Y ahí es cuando de repente sucede algo, que puede no ser algo insignificante; el paso del tiempo –lo que implica nuevas vivencias y emociones-. Después de un largo período, te das cuenta que las cosas pueden llegar a cambiar y que todo puede volver a tener un sentido, aunque obviamente siempre esté el peligro de volver a caer.
Todo eso que antes estaba apagado, empieza a encenderse otra vez. Y finalmente lo entendés: Se puede estar mejor si realmente se lo desea. La felicidad no es un estado, sino algo que se logra en el día a día. Y no hay una vida feliz o infeliz, solo se trata de momentos, pequeños detalles, como un día de lluvia, una noche estrellada, una salida con amigos, un abrazo de tu mamá, un almuerzo familiar, o el disfrute de la soledad. Te das cuenta que todas esas pequeñas cosas son importantes, y que todos los demás son fundamentales para la existencia de uno.
Todos tenemos esas pocas personas que son esenciales en nuestra vida, quienes nos ayudan y aceptan como somos. "¡Ojalá nunca te abracen por última vez, hay tantos con quien estar y pocos con quien ser!" A esas personas con las que se puede “ser” hay que valorarlas, debido a que no hay nada que te garantice un mañana. Pueden estar hoy pero luego ya no, y es imposible reemplazarlas, nadie va a ocupar el lugar de esa persona, ya que cada uno es diferente -es por eso que "podrán imitarnos pero jamás igualarnos."
"El tiempo es relativo", puede pasarse volando al mantener tu mente ocupada en otra cosa, y es por esto que solemos olvidarnos de agradecer todo aquello bueno que nos tocó y que muchas veces, enceguecidos por la tristeza, no valoramos. Es horrible perder a alguien importante, y en el momento solemos pensar que no habrá nada que sane esa herida, pero por suerte, "del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer", siempre se puede volver a ser feliz después de un hecho trágico, porque lo malo es parte de la vida y aunque ese momento no sea para nada alegre, nada en el mundo se compara con el sentimiento de gratificación cuando superas un obstáculo, puesto que "vivir la vida a pleno, pasar desafíos y disfrutar del cambio, eso es vivir".
La única forma de vivir a pleno es siendo vos mismo, y la única forma de ser uno mismo es aceptándose, siempre hay que aspirar al amor hacia uno mismo, por más que a veces sea prácticamente imposible. Muchas veces el miedo nos retiene, no nos deja avanzar.
Pienso mucho y hacerlo, es estar en un estado de intranquilidad constante, por eso advierto que "la paz en mí nunca la encontrarás", pero así como los pensamientos pueden destruirte, también pueden ayudarte a mejorar. Siempre se puede encontrar un poco de bien entre tanto mal.
Aunque caigas una y otra vez, siempre va a haber alguien –aunque a veces sea solo tu conciencia- que te diga: “Lucha por tus sueños”. Es un consejo muy importante que todos deberíamos seguir, dado que los sueños mantienen la esperanza viva y son parte de lo bueno que tiene la vida, además de la familia y los amigos. Me parece lamentable cuando alguien deja de lado alguna pasión por culpa del qué dirán, pero bueno... "Será la vida que siempre nos pega un poco", y a algunos de peor forma que a otros.
A pesar de todo lo que dije, sé que "aunque me caiga y me lastime, seguiré corriendo hacia mis sueños", y aconsejo recordar esto incluso en los peores momentos.
Todo lo que vivimos y lo que toque vivir, nos sirve como lección para el futuro. Junto a cada error, cada golpe, cada caída, cada obstáculo que nos puso la vida, hay una enseñanza que ésta misma nos deja. Nuestra misión es demostrar que estamos vivos, y que podemos salir adelante en cualquier situación, eso es lo que verdaderamente nos hace crecer, madurar. Podemos perder, podemos caernos, pero siempre ganamos, aunque a veces solo sea experiencia. Por esta razón, "creo en el no arrepentirse, creo en dejar las cosas fluir, yo creo que todo pasa por algo". Y sobre todo, creo en que hay una luz más allá de la oscuridad, porque la esperanza es lo último que se pierde, y es por esto que debe ser que solo "cumple sus sueños quien resiste" hasta el final.