Rompecabezas de la vida de uno mismo

   Estaba una tarde sentada en el tren, una tarde de invierno, la mayoría de los asientos estaban vacíos pero a lo lejos se sentían dos voces.   Se oía que una le decía a la otra: “No hay futuro sin un pasado alguno”,  ¡Qué cierta esta frase! Todos intentando borrar lo que fueron pero sin darse cuenta que el futuro es la respuesta del pasado. Llegué a mi destino y justo allí me encontré con una amiga de la infancia.  En ese momento se me vino a la cabeza un recuerdo de las vacaciones que pasé con ella días antes de año nuevo. Recuerdo la frase que me decía todos los días: “Las personas frías demuestran sus sentimientos cuando son verdaderos”, y luego de nombrármela me abrazaba.

   Caminando por la calle, a cuadras de mi departamento pasaba una mamá con sus dos hijos, ellos estaban discutiendo y pude oír a la madre gritarle a uno de ellos: "¡No sos inservible, servís de mal ejemplo!".  No sé la razón por la cual le gritó al hijo pero continué mi camino.  Esa frase me inquietó y dio vueltas un tiempo  bastante amplio para mi gusto en mi mente. Nunca lo supe.

   Dos días después salimos a cenar, mi amiga, su novio y yo. El menú de esa noche era ravioles, en un momento dado el novio de mi amiga Carolina se acercó a ella y le dijo: “Tu sonrisa tan resplandeciente a mi corazón deja encantado”. En el restaurante había una canción de fondo la cual si no recuerdo mal, se llamaba: "La vida es una sola y hay que disfrutarla".   Todo encajaba magistralmente...

   A la mañana siguiente estaba por comenzar a leer el libro que me prestó mi hermana y en el señalador estaba escrito: “Ojalá nunca te abracen por última vez, hay tantos con quien estar y pocos con quien ser". Abrí la tapa del libro y me encontré con un cartel que decía: “Podrán imitarnos, igualarnos jamás”. Estas frases hacían que me den más ganas de leer y desconectarme de la realidad.

  "El tiempo es relativo" y "quién sabe si del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer o si vivir la vida a pleno, pasar desafíos y disfrutar del cambio, sea vivir", nadie lo sabe.

  "La paz en mí nunca la encontrarás" se oía esa tarde de invierno desde el departamento de al lado.  Al parecer la vecina estaba leyendo con un tono de voz muy fuerte, ya que penetraba las paredes.

   "Lucha por tus sueños",  es una frase que se me viene a la cabeza frecuentemente. y es lo que me propongo  lograr cada día a pesar de todo.

  "Será la vida que siempre nos pega un poco" pero "aunque me caiga y me lastime, seguiré corriendo hacia mis sueños" porque "creo en el no arrepentirse, creo en dejar las cosas fluir, yo creo que todo pasa por algo" y solo "cumple sus sueños quien resiste" a los obstáculos que se nos presenta.