Una tarde extraña

Camila Campanario

 

Una vez una chica de nombre Victoria, que vivía en la ciudad de Caballitos, Buenos Aires salía del colegio con dos amigas, Catalina y Rosario.

Ellas tenían que ir caminando a sus casas pero algo raro pasaba, veían un auto pasar a cada rato por donde ellas estaban. Pero ese auto no era cualquier tipo de auto, era  completamente característico.  Acordaron que nunca en sus vidas habían visto uno así, y eso, era lo que más les llamaba la atención.

Decidieron solo alejarse, corriendo inclusive, debido a los escalofríos que le producía el misterioso vehículo. Respondiendo ante sus estímulos corriendo en direcciones al azar con tal de ya no ver aquél vehículo, pero no dio resultado.  Lo único que lograron era seguir viéndolo de alguna manera. Al final se dieron cuenta de que no era un único  auto sino varios y muy similares.  Imaginación suya pensaron pero igualmente decidieron seguir caminando a paso acelerado por las dudas. Llegaron a sus casas y escucharon la noticia que menos esperaban.  Decidieron esperar a que pase el mal momento. La noticia seguía girando una y otra vez en sus cabezas como momentos antes giraban esos autos.