
Pensamientos de 14:03 a 21:23
Azul Dubreuil 4º "A"
En ocasiones, el hombre moderno se siente orgulloso de haber borrado definitivamente su pasado. La abundancia material cegó su entendimiento y de ese modo se creyó todo lo que le habían contado. No obstante, con el paso del tiempo, también comenzó a sentirse roto, perdido y mutilado por dentro. Su vida dejó de tener sentido alguno y comenzó a buscar fuera de sí, cayendo una y otra vez en mil y un engaños, en mil y una promesas. Destruidos todos sus ideales, aún necesitaba la del pasado, para poder así construir un futuro posible. Podía ser manejado fácilmente desde afuera sin manifestar ninguna resistencia. Y sí. ¿Qué resistencia puede dar alguien que no tiene nada por lo que luchar y sí mucho que perder?
El hombre moderno se sentirá mejor y superior a todos los que estuvieron antes que él en este mundo. Por supuesto, se creerá mucho más listo y más inteligente, mucho más especial. Y lo peor de todo, creerá que tiene el derecho de hacer lo que quiera en un mundo que cree que le pertenece. Sin embargo, mientras que siga siendo un ser pequeño y aislado como lo es, al carecer de pasado y al no tener futuro alguno el hombre moderno estará perdido y acabado, y seguirá obedeciendo sin pensar como animal domesticado. Porque eso es en realidad, sin pasado, sin metas, sin amor y sin ideales ni valores más allá de los impuestos por el Estado, el capitalismo y la Iglesia. Los que mandan saben que para dominar a una sociedad es necesario robarles su identidad, su pasado, sus costumbres y darles bienestar material. Después de esto nadie se acordará de esa palabra llamada libertad.
"Por eso pienso que no hay futuro sin un pasado alguno".
También, "las personas frías demuestran sus sentimientos cuando son verdaderos", será porque así es su esencia, son personas más reservadas de nacimiento, con un carácter rígido, duro, definido por algún estúpido signo del zodiaco, así: “típico de capricornio”, o porque fueron lastimados de alguna forma por alguien que no los supo valorar, por darlo todo, y no recibir nada a cambio. Y ahí es cuando aparece ese mecanismo defensivo llamado “vuelta contra sí mismo", donde el afecto o los aspectos que deberían ser colocados en un objeto son depositados en uno mismo, donde la culpa de que esa persona te haya dejado invade toda tu mente, donde te sentís insuficiente, inservible y eso perturba cada punto de tu anatomía. Pero tranquilo, no sos inservible, servís de mal ejemplo. Tranquilo, porque es mejor estar solo que mal acompañado. Tranquilo, porque hasta una patada en el culo te empuja hacia adelante.
Recomiendo no perder la calidez con los seres que sí te valoran, ya sea familia, amigos, un animal, un grupo, una sola persona en el mundo, conocido, o anónimo. T"u sonrisa tan resplandeciente a mi corazón deja encantado", y a aquellos seres también. La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz, y me refiero, ¿A quién no le gusta ir a un negocio y que le atiendan de buen humor, viajar y que la gente sea amable, que un profesor o los directivos del colegio tengan los valores que corresponden? Desde pequeños se nos enseña que la madurez tiene que ver con la seriedad y la responsabilidad. Así, cuando crecemos creemos que estamos maduros porque nos ponemos serios, somos realistas y nos olvidamos de soñar. Exceptuando nuestro entorno, son pocas veces las que le sonreímos a un desconocido y nos olvidamos que la sonrisa es como un "virus bueno" que se contagia y alivia tensiones. Cuando le sonreímos a otro, le estamos diciendo muchas cosas, entre ellas que nos gusta que comparta el espacio con nosotros, el otro lo entiende y también sonríe, y es en ese momento cuando los pensamientos negativos quedan a un lado. "La vida es una sola y hay que disfrutarla", y así es una manera de hacerlo.
Hay mucha contradicción al hablar de felicidad. Me pregunto, qué será... ¿No? Sí, se puede sonreír, pero no ser feliz por dentro. Sí, se puede tener mucho dinero pero ser un infeliz. Sí, se puede tener salud pero aun no ser esa la razón de la felicidad. Ojalá nunca te abracen por última vez, hay tantos con quién estar y pocos con quién ser, y por supuesto, si tampoco el estar rodeado de gente es la razón de la completa felicidad, si al fin y al cabo, de esas veinte personas que te rodean solo una, o tal vez ninguna te considera especial o indispensable para sus vidas. Si de la ausencia de esas veinte personas, solo una te va pegar de lo más duro, te va a mover el suelo como nadie, porque con esa persona podías ser, debido a que te soltabas y volabas de una manera especial, tenían ese lema que los representaba: “Podrán imitarnos, igualarnos jamás” ya que es imposible igualar el amor, las relaciones, las acciones, imposible igualar el tiempo, porque "el tiempo es relativo", el tiempo con aquella persona especial es relativo, porque dos horas de una materia son eternas, y dos horas con quien te hace volar parecen ser dos segundos. Eso me recuerda a las charlas con mi abuela, y qué charlas. Terminamos de cenar y yo me quedé con ella, preparó unos mates y nos sentamos un rato. Sin darnos cuenta, entre bostezos, se hizo la una de la madrugada. ¡Qué sabio fue Einstein con esa frase!
Respecto a mi abuela, ya que estamos, puedo decir que es una mujer muy optimista, que es feliz con la felicidad de la gente que ama, que achica los problemas hasta hacerlos desaparecer, pero se angustia fácil si alguien está mal. Después estoy yo, que la miro y lloro como marrano, porque gracias a la vida, nunca me faltó nadie importante. Y tengo miedo de experimentar el verdadero dolor, vivo con el miedo de que me falte esa persona. Verdaderamente la abrazo y le digo; “Abue, no sé qué voy a hacer cuando no estés, en serio, no sé” y me responde riéndose: “¡Ay nena, no pienses esas cosas, del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer! "Vivir la vida a pleno, pasar desafíos y disfrutar del cambio, eso es vivir”.
Hay mucha gente que debería de tener un cartel en la frente que diga: “La paz en mí nunca la encontrarás”, aunque está bien así, en lo que a mi concierne, descubrir a las personas, toparse con cosas impensables, darte cuenta que tenes a alguien revoltoso a tu lado y que no va a cambiar, o que vos mismo sos así y aceptarlo, está buenísimo. También creo muy importante el hecho de hacer lo que te gusta de profesión, hacerlo hasta el fin y nunca tomarlo como un trabajo u obligación. Por eso luchá por tus sueños, sin importar quién te diga lo que te diga, y así vas a ser más feliz de lo que pensás, porque a pesar de los tropezones, o estar remando en un mar de dulce de leche, hay un centenar de cosas por descubrir y de quien aprender. Como dice aquella canción de Los Piojos: “Será la vida que siempre nos pega un poco, encandila con lo que está por venir”. Porque la vida es como las profundidades del mar, inciertas, y con un sinfín de maravillas por encontrar, pero no se van a encontrar solas. Ese algo que querés conseguir no vendrá hacia vos, el mundo no cambiará solo. Para mejorarlo estamos nosotros, para mejorar nuestra vida estamos nosotros y nadie más. La clave es esa, ponerte una meta, correr hasta alcanzarla y repetir durante el trayecto “Aunque me caiga y me lastime seguiré corriendo hacia mis sueños”. Pero una cosa es importante destacar, y es ser paciente. Eso que deseamos puede que no suceda en años. Puede que pienses que es correcto que sea en un momento, y no lo es, porque el destino lo tiene preparado para otra ocasión. Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad, si no te pasaban estas cosas, nunca hubieras realizado tu voluntad, tu fuerza, o el poder de tu corazón. Por ello "creo en el no arrepentirse, creo en dejar las cosas fluir, yo creo que todo pasa por algo". Nada sucede por casualidad o por la suerte. Enfermedades, heridas, el amor, momentos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para probar los límites de tu interior. Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una ruta recién hecha: suave y lisa, una ruta directa sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura. Por eso cumple sus sueños quién resiste.