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Entrevista a Mabel Castillo

Entrevistador: Matias Wassiliu Hippe

Porque la sonrisa es la mejor bienvenida que te pueden ofrecer

Mabel es la persona encargada de recibir a los alumnos, docentes y padres todos los días en la escuela.  Es la primer persona que vemos en el instituto.  Ella es muy querida y respetada por los alumnos, que por los tiempos que corren, no es poca cosa.  Se ha ganado el respeto y el aprecio de toda persona que circula por el colegio.

Mabel, portera de nuestra institución, es la primera que corre solícita para colaborar con todo nuestro mundo escolar.

Dicen que una primera impresión es muy buena y estimulante.  Y cuánto más si viene de la persona que nos recibe en una escuela, como  la cara visible de ella.

A Mabel la encontramos muy cerca de la puerta siempre que no esté corriendo de acá para allá haciéndole un favor a un compañero o docente.  Nosotros la encontramos solícita, obviamente, al lado de la puerta, con su guardapolvo azul impecable y su sonrisa ancha.

Entrevistador: Nosotros creemos que el mejor trabajo es el que se hace con pasión; no importa ser panadero, cocinero, abogado o policía porque lo que importa es que el desarrollo de ese trabajo sea con pasión. ¿Qué es lo que más te apasiona de tu profesión?

Mabel: Siento que es el servir. A mí me apasiona venir, abrir el colegio y a la hora de entrada cuando los chicos llegan, recibirlos. Me apasiona eso, recibirlos, dar lo mejor que puedo dar. Mi trabajo lo hago con amor, a veces pongo más energía acá que en mi casa y eso sería una de las cosas que me tendría que cuestionar.

E: Si tuvieras la oportunidad de estudiar alguna profesión ¿Lo harías?

M: -Sí, Catequesis. Me gustaría ser catequista.

E:- Si Dios te preguntara qué querés ¿Qué le pedirías?

M:- Seguir creciendo como persona. Soy muy agradecida de la vida y a veces no sé si me merezco tanto.  Tengo una hermosa familia y el trabajo. Creo que Dios me trajo al lugar perfecto, el lugar que necesitaba. He tenido otros trabajos pero no como éste y cuando uno hace  pequeñas cosas,  como abrir una puerta con una sonrisa, el recibir al otro y el atender,  es gratificante.    Yo lo hago de corazón.

E: - ¿Cómo es tu relación con los chicos?

M: -Yo creo que es buena porque más que nada me siento muy identificada con los jóvenes, será porque a mi juventud y toda la secundaria la disfruté mucho.   Los trato de ver como una mamá y para mí son como mis segundos hijos y por eso a veces les digo:- "Buen día hijo, buen día hija".  Tengo una buena relación  y otras de las cosas es que de los años que estoy acá, jamás sufrí  falta de respeto.   Siempre el respeto ante todo, tanto de yo hacia ellos como de los chicos hacia mí. Los quiero muchísimo.

E: -Y con los profesores ¿Cómo es tu relación?

M:- También, muy bien porque amo lo que hago, me apasiona lo que hago. A veces el cansancio desgasta.  Yo estoy muchas horas acá, abro a las 6:30 y termino 15:30, voy a mi casa y 19:45 vengo a cerrar el colegio.   Entonces, el cansancio está.  Pero la relación con los profesores también es excelente.    Me gusta servir.  Abrir una puerta a pedirte un café o un encargue. Lo mío es el servicio.  Así es desde que  empecé porque cuando llegué limpiaba los baños y los salones y lo hacía y lo hago  de la misma manera.    Limpiaba y limpio los salones para que los chicos puedan sentirse bien.    Desde donde estamos tiene que haber  pasión y  respeto. 

E: -¿Trabajás en otro lugar?

M: No, éste es el único.

E: ¿Hace cuánto trabajas en el colegio?

M: Creo que van a hacer cuatro años, parece que tuviera una eternidad acá adentro pero solo cuatro años.

E: ¿Tenés alguna anécdota para contar?

M:- ¡Y sí, yo me mandé cada una!    Nunca me voy a olvidar de cuando me dijeron que tenía que pasar el lampazo, tenía que ser con queroseno y yo como cosa mía le dije a uno de los directivos que había un líquido que iba a comprar ya que dejaba un perfume riquísimo.....  ¿Qué había comprado? ¡Acaroína! Casi intoxico a todos... (Risas).   Soy bruta en ese sentido y siempre me acuerdo de eso. 

Mabel se ve divertida y animada por la entrevista. Los minutos van corriendo y nosotros debemos volver a nuestro salón y Mabel a su trabajo.

¡GRACIAS MABEL! 

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