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"No oyes ladrar los perros" de Juan Rulfo
En sus líneas, Rulfo vuelve a tratar muchos de los temas que desarrolla a lo largo de sus historias, y que dibujan el paisaje de un México desierto, hostil, desamparado, el cual pretende dar cuentas del estado en el que quedó sumido este país luego del fracaso de la Revolución Mexicana. Igualmente, Rulfo plantea el arquetipo del conflicto Padre-Hijo, aun cuando el primero trata de salvar a todas costas al último, a pesar de que lo aborrece, no obstante la memoria de su compañera, la madre de su hijo lo hace abocarse a tratar de salvar la vida del hijo, quien se ha buscado una mala hora.
Parte 1
Parte 2
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