top of page
Sin título-1.jpg

El feminismo se apoya sobre la basa de la ideología de que “nadie es mejor que nadie”, tanto hombres como mujeres deberíamos tener los mismos derechos y oportunidades y eso es justamente lo que buscamos. Existe el mito de que el movimiento de mujeres para mujeres trata de sobrepasar al hombre, pero como ya sabemos el mito es una historia fabulosa.

El feminismo busca que las mujeres tengan la capacidad de decidir sobre su cuerpo, vida y sexualidad, no existe ningún odio sobre aquellas hermanas que deciden tener un pensamiento diferente y radical al feminismo, porque siempre ante un movimiento social y político existe una utopía. No solo hay diferencias externas sino también internas, diferentes ramas se desencadenan dentro de una lucha, donde cada uno expresa su guerra de diferente manera, en este caso de forma radical o liberal.

Se busca que el valor del “respeto” sea inculcado en toda esfera.  Cualquier mujer tiene que ser respetada sin importar su atuendo, su clase social, los lugares donde transite ni donde se encuentre. No se trata de amargura ni de victimización ante un piropo fuera de lugar, sino de la falta de educación y de respeto de quien no lo ofrece.

El feminismo es la ideología que define que la mujer puede ser líder y que el hombre no siempre es el que debe liderar, no se busca ventajas sociales y políticas.  Se trata de expandir la idea de que todas las mujeres del mundo puedan compartir y disfrutar de lo que se ha logrado; pero para lograrlo el sexo masculino debe de participar en este hecho, puesto que nos incumbe a todos. Como aliado, el hombre, debe apoyar y participar, pero no apropiarse de la lucha.

Se apaña la equidad de género, porque también los hombres necesitan y tienen el derecho de salir del estereotipo actual, de la tal masculinidad donde el hombre no llora ni siente; además de que es necesario, debido a que cada día hay más femicidios en todo el mundo.

En Argentina tan solo en el año 2017 se han sufrido 295 femicidios de los cuales el 18% tenían denuncias previas y el 12% tenían medidas de protección dictadas. De acuerdo al Registro Nacional de Femicidios presentado por la Organización, una mujer es asesinada cada 30 horas. El estudio realizado a través de datos de medios gráficos y digitales de todo el país, alerta que, desde el 1 de enero hasta el 17 de noviembre de 2017, día en que cerraron el registro, murieron a manos de un hombre el mismo número de mujeres que en todo 2016.  Además, revela que el 75% de los femicidios registrados fueron cometidos por hombres del círculo íntimo de la víctima; el 13% por conocidos; el 5% por extraños; y del 7% no hay información.

Del total de víctimas, 32% de las mujeres eran jóvenes de entre 15 y 25 años; el 13% fueron violadas y abusadas; mientras que el 65% de los femicidios se cometieron en la vivienda de la víctima y el 26% en vías pública.

Se contabilizó que desde 2008 a 2017 se informaron 3378 femicidios.

Sin título-2.jpg

Desde el año 1791, solo dos años después de la declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, aparece en la historia Olympe de Gouges, escritora, dramaturga, panfletista y filósofa política francesa, autora de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana. Sus trabajos fueron profundamente feministas y revolucionarios; una de sus primeras obras de teatro llamada “La esclavitud de los negros” publicada en 1972 representaba la falta de derechos de los esclavos, situación cotidiana de la época, pero poco demostrada, más bien callada por la oligarquía francesa. Se la definió como una mujer la cual defendió la igualdad entre el hombre y la mujer en todos los aspectos de la vida pública y privada, incluyendo la igualdad con el hombre en el derecho a voto, en el acceso al trabajo público, a hablar en público de temas políticos, a acceder a la vida política, a poseer y controlar propiedades, a formar parte del ejército; incluso a la igualdad fiscal, así como el derecho a la educación y a la igualdad de poder en el ámbito familiar y eclesiástico. Alguna vez dijo: “Si la mujer puede subir al cadalso, también se le debería reconocer el derecho de poder subir a la Tribuna.”

Al hacer públicas sus ideologías fue condenada a la guillotina por la Reina María Antonieta, a los 45 años de edad.

En el año 1972, en Inglaterra se publica otro texto sobre la igualdad de los sexos llamado A vindication of the rights of Woman que traducido significa Vindicación de los derechos de la mujer escrito por Mary Wollstenocraft.

La autora fue capaz de establecerse como escritora profesional e independiente en Londres, algo inusual para la época. En su obra, argumenta que las mujeres no son por naturaleza inferiores al hombre, sino que parecen serlo porque no reciben la misma educación, y que hombres y mujeres deberían ser tratados como seres racionales. El texto fue juzgado como “feminismo filosófico”, pero antes de llegar a grandes conocimientos en 1797 Mary Wollstenocraft murió a los 38 años de edad dando a luz a su segunda hija.

Estas dos obras son la base del movimiento feminista, que se desarrollaría luego en el siglo XX.

Tampoco se puede olvidar el hecho de que en la Revolución Industrial permitió a la mujer entrar en el ámbito laboral y que se identificara con los problemas del proletariado, así en el año 1813 surge el movimiento “Sufragistas” que quiere decir “Votantes” se las llamaba de esta forma a una mujer que reivindicaba el derecho al voto femenino, y que incluso estaba dispuesta a infringir la ley para conseguirlo, en un contexto en el cual las mujeres no tenían muchas opciones. En 1889 Emmeline Pankhurst y su marido Richart crearon la Liga del Sufragio Femenino, pero luego de morir la lucha la siguió su reconocida hija Christabel Pankhurst.   Juntos a activistas del sufragismo logran lanzar 2 bombas a la casa de David Lloyd Gorges, ministro de Hacienda, el cual manejaba una postura radical al sufragio, por el cual Pankhurst fue condenada a 3 años de cárcel.  Luego de muchos hechos revolucionarios, en 1913 se consigue el voto femenino en Inglaterra.

En el año 1909 en Nueva York, Estados Unidos, las camiseras, mejor dicho las mujeres que trabajaban en textiles, realizan una  huelga laboral en la que participaron principalmente mujeres inmigrantes de origen europeo y familias judías. La huelga fue liderada por Clara Lemlich, de origen ruso, y apoyado por la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres de América. La huelga comenzó el 23 de noviembre de 1909. En febrero de 1910, la NWTUL acordó con los dueños de algunas fábricas la mejora en los salarios, mejores condiciones laborales y reducción de la jornada laboral. La huelga general fue suspendida el 15 de febrero de 1910 aunque algunas protestas continuaron. Un año más tarde tuvo lugar el incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York, que puso en evidencia pública las terribles condiciones de trabajo de las mujeres inmigrantes.

En Alemania Clara Zetkin crea el Día de la mujer a mitad del siglo XX donde se instaura la segunda Guerra Mundial.

Mientras tanto en Argentina se refleja la lucha por los derechos de la mujer en el país, en 1946 Evita hizo suya la campaña a favor del voto femenino.

El primer proyecto para conseguir el voto femenino en Argentina pertenece al diputado radical por Santa Fe, Rogelio Araya, y fue presentado el 25 de julio de 1919. Luego, hubo otros proyectos de diputados y senadores de diversos partidos políticos.

La historia empieza a cambiar en febrero de 1946, cuando Juan Domingo Perón asume como presidente. Él hablaba acerca de que todo ser humano debía tener derechos civiles y sociales. Por ende, no sorprende que haya habilitado a las mujeres a usarlos. Su esposa, María Eva Duarte, dio su primer discurso oficial y mostró su apoyo a los derechos femeninos.

En línea con su filosofía, Perón reconoció la batalla de su esposa: el derecho de las mujeres a votar y el 23 de septiembre de 1947 promulgó la ley 13.010, que le daba a ellas los mismos derechos políticos que los hombres. Por una razón o por otra, el 11 de noviembre de 1951 votaron por primera vez todas las mujeres argentinas mayores de 18 años y Evita vota desde su cama de hospital.

Luego un año después Eva Duarte de Perón muere y en las paredes de la ciudad argentina se pinta “viva el cáncer”.

Sin título.png
asda.png

Luciana Martinez

bottom of page