El 30 de marzo de 1982, miles de trabajadores y estudiantes se manifestaron en contra de la Dictadura Militar en todos los rincones de nuestra Argentina. La represión más feroz fue en la Plaza de Mayo. Tres días después, el 2 de abril, las fuerzas militares ocuparon las islas Malvinas. Con este hecho, el gobierno del general Leopoldo Fortunato Galtieri buscó el apoyo popular que el proceso de Reorganización Nacional iba perdiendo. Vastos grupos sociales, instituciones y dirigentes apoyaron la decisión del dictador y un fuerte sentimiento patriótico se adueñó de la Nación

El pueblo argentino se encontró abruptamente con la cruel realidad y se sintió estafado por un gobierno que nuevamente no había respetada la vida de sus hijos. Por defender nuestro territorio y nuestra historia, miles de soldados han entregado su vida con pasión inquebrantable. Otros seguimos aún aquí, con el latente vacío de aquella guerra desigual. Malvinas es una herida abierta en el corazón de cada argentino, porque muchos compatriotas murieron dignamente por defender nuestro suelo. Todos queremos que las islas Malvinas vuelvan a formar parte de nuestro territorio nacional. Pero no deseamos que este hecho traiga como consecuencia el derramamiento de sangre inocente.